Inauguración de la exposición «Pepe Estruch. Imagen, voz y palabra».
Un patrimonio para compartir
La emoción de sostener un manuscrito, o una foto, o una hoja impresa que sabemos procede de otro tiempo, es una sensación que cautiva: es el diálogo con un mundo perdido. ¿Quién generó ese papel, ese escrito, esa imagen? ¿Y por qué? ¿Cuántos olores acumula mezclados? En los tiempos de la virtualidad digital que tantas facilidades suministra, y que con tanta prontitud convierte un documento en una pieza universal, el encuentro con un original cumple su ritual. Porque lo resucita, porque lo enlaza con nuestra actualidad
El Proyecto Estruch nació de esa elucubración. De un archivo y su estudio surgió una tesis doctoral, de la tesis de un libro, del libro de sus lectores. En alguno de éstos se instaló una idea: recuperar la figura de José Estruch, el director teatral, el profesor de la RESAD que influyó en los escenarios, el Premio Nacional de Teatro en 1990, el año de su muerte.
En 2017 Israel Chaves consumó un acto generosó: donó el archivo personal del dramaturgo al IAC Juan Gil-Albert tras custodiarlo veintisiete años. La exposición Pepe Estruch. Imagen, voz y palabra muestra una selección de ese legado que ya es un patrimonio para compartir.
José Ferrándiz Lozano
Director Cultural del IAC Juan Gil-Albert
Mostrar documento, biografía y expresión artística en una misma exposición no es tarea fácil. Explicarla requiere la síntesis que ordena el contenido y permite entender la vida y la obra de quien está en los papeles que se exponen. Fotografías, cartas, programas, recortes de prensa, obra propia, libros, pasaportes y carnés, todos tienen su lugar y su razón de estar en esta exposición.
La entrada dibuja el mapa de lo que vamos a ver: al hombre y su obra. De los documentos de la vitrina sacamos esa primera impresión biográfica del alicantino que se nos “enrosca” un poco más adelante en una vida de inquietud intelectual, humanidad generosa y dedicación al teatro, y que alcanza la proyección personal y profesional con el Premio Nacional de Teatro.
Regresamos al inicio: padres, infancia y familia a través de la imagen. Y a través de la palabra, lo veremos crecer:su voz de niño que escribe desde Biarritz, su voz de hombre desde el campo de refugiados de Le Barcarès, su voz de hijo encontrando su vida en Inglaterra. Y allí en Culvers, el maestro, el amigo, el que cuida y enseña. El que escribe. Los diarios de la colonia de niños vascos refugiados nos cuentan la vida de la casa y de sus moradores. Las fotografías ponen rostro a las palabras. Vida, magisterio y teatro.
Y alcanzamos la sala en la que su vida profesional se abre a nosotros, entre programas de obras de teatro, música, críticas teatrales, textos adaptados, fotografías y diseños de escenarios.
Y para cerrar, en la entreplanta, su legado, su memoria, su obra.
Juana María Balsalobre y Cristina Llorens
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