Epifanía vegetal

Vivimos en tiempos de crisis ambiental y las nuevas formas de enfrentar y contextualizar las relaciones entre arte y Naturaleza, son un ápice necesario en los procesos vitales de la sociedad. Desde estas miradas, se posiciona un despertar de la conciencia ambiental, que pone en evidencia otras relaciones con el entorno y proporciona un espacio apremiante de reflexión.

Thoreau, encarna el sentir de Martínez Guirao desde una perspectiva personal e íntima. Es la visión de una naturaleza cercana, viva y que interacciona en cada momento con su personal y natural punto de vista de los procesos artísticos.

“Quisiera hablar a favor de la Naturaleza, de la libertad absoluta y lo agreste, en contraposición a la libertad y la cultura meramente civiles, considerar el ser humano como un habitante, o una parte integral de la Naturaleza, más que como un miembro de la sociedad”.

Henri David Thoreau

Y desde aquí, esta exposición envuelve una visión trascendental de las relaciones humanas con la vegetación. El hecho de la humanización de la naturaleza ha llevado a esta artista a poner en evidencia carencias históricas que conllevan a desconexiones psicológicas y emocionales con la vegetación.

En este sentido, la práctica artística de Martínez Guirao gira alrededor de proyectos que indagan sobre la relación humana ante la naturaleza vegetal, y la pérdida de la naturaleza. Para ello, se nutre asertivamente de la psicología ambiental para repensar los procesos metodológicos de la concienciación ambiental y crear estímulos íntimos y profundos con su sentir natural, la vegetación y el público. En su recorrido natural nos lleva a reflexionar sobre nuestras carencias ligadas a la naturaleza perdida y olvidada. Y en los límites de la construcción corporal entendida como
naturaleza latente, que su obra actual y necesaria, encarna las nuevas formas de interactuar, evocar y dialogar sobre nuestras relaciones con el entorno. Ahora bien, en este camino exocorpóreo, la propuesta expositiva se entrelaza desde la nostalgia de las percepciones psicológicas naturales, la locura como planteamiento de un futuro psicótico de carencia natural y el cuerpo como contenedor de vegetación latente que renace después de la no vida.

En esta selección natural, la exposición se compone por tres proyectos sobrecogedores. Advenimiento (2014), que recrea un contexto íntimo de esa vegetación que está dentro de nosotros. Con-ciencia psicoterrática (2015), que nos lleva a conocer las consecuencias emocionales del desapego de la naturaleza y los límites psicológicos del tomar conciencia. Y Vegetación Ósea (2017), donde un proceso natural como la muerte despierta a la naturaleza latente en una explosión vegetal.

Las piezas entre dibujos, cerámicas, porcelanas y bronce, que si bien se dispondrán por proyectos, tendrán un ritmo exodiscursivo bajo la aparición, conciencia y adaptación. Además, bajo una estimulación natural la obra de Martínez Guirao flota en una estética prístina entre blancos cerámicos, bronces y su mirada ancestral que se plasma en dibujos delicados con pan de oro.

Caminos alternos que Martínez Guirao nos hace recorrer desde su perspectiva y que expresan las relaciones entre arte y naturaleza, por medio de la creación artística en un entorno utópico y que disgregan estados carentes de naturaleza vivida.

Álvaro Aroca Córdova
Comisario

 

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